¿ SUSPENSIÓN O HIBERNACIÓN ? ¿ QUÉ ES MEJOR PARA TU ORDENADOR ?

Hibernacion o SuspensionSuspensión o hibernación, esa es la cuestión.

Con la aparición de Windows 8 y Windows 10 hemos visto que ahora los ordenadores inician de manera muy rápida. De hecho, arrancan tan rápido que ya no es posible iniciar el modo a prueba de fallos pulsando la tecla F8 porque sólo funciona durante 0,2 segundos, pero eso es más un problema que una ventaja, y lo dejaremos para otro artículo. Lo importante es, que puedes conseguir casi el mismo efecto en cualquier ordenador con versiones anteriores de Windows y también con los ordenadores de la manzana mordida, no sólo en los portátiles, usando la suspensión o la hibernación en lugar del apagado completo.

Hoy te daremos nuestra opinión sobre cuando usar la suspensión, la hibernación o el apagado, porque si buscas por Internet te encontrarás opiniones de lo más diverso, y nos gustaría aclarar el tema para que puedas decidir la opción adecuada. A mi particularmente no me gusta tener que esperar mucho hasta que puedo empezar a trabajar en el ordenador, pero esto va a gustos.

Para empezar te explicamos en qué consiste cada una.

LA SUSPENSIÓN la puedes imaginar como si pusieras en pausa un reproductor de DVD. En este caso se guarda el trabajo que estés realizando en ese momento, pero también se guarda la configuración de la memoria, y el ordenador pasa a un estado de bajo consumo de energía, apagando el monitor y otros dispositivos según se haya configurado. En este modo, aunque el consumo eléctrico es muy bajo, la batería se va gastando poco a poco.

Los portátiles suelen estar configurados para entrar en el modo de suspensión cuando se baja la pantalla y queda cerrado. Al abrir la pantalla y/o al tocar una tecla, el ordenador recupera la situación de la memoria, y enciende los dispositivos que haya apagado. Este proceso ocupa muy poco tiempo.

LA HIBERNACIÓN se parece a la función “stand by” del DVD o de cualquier otro aparato. Realiza todo lo que hace la suspensión, pero cierra todos los archivos abiertos y antes guarda una “foto” de la memoria completa en el disco duro. Esta foto es tan grande como sea la memoria del ordenador, por lo que puede tardar unos segundos en trasladarse al disco duro. A continuación apaga el ordenador, aunque en algunos casos queda en un estado de “casi apagado” que gasta muy, muy poca energía.

Lógicamente la hibernación tarda un poco más tiempo en encender el ordenador de lo que tarda la suspensión, sobre todo porque hay que volver a llenar toda la memoria con el contenido que tenía antes de hibernar, y volver a abrir los ficheros. Estamos hablando de pocos segundos y depende completamente de lo rápido que sea tu ordenador, pero en cualquier caso será mucho más rápido que el proceso normal de arranque.

Los ordenadores de la marca de la manzana mordida tienen un estado intermedio entre la suspensión y la hibernación, más parecido a este último, que llaman estado de “reposo”.

Ahora que sabes la diferencia entre suspensión, hibernación y apagado, te resultará más fácil decidir que opción elegir en cada momento, y a continuación te damos nuestro consejo.

Si tu ordenador es fijo, es decir, no tiene batería como un portátil, no deberías escoger la opción de suspender, salvo que antes guardes todos los documentos que tengas abiertos y cierres cualquier programa que creas que es “sensible”, por ejemplo los que trabajan con datos en red de ordenadores. Si hay un corte eléctrico podrías perder algún trabajo. En cambio es poco probable que encuentres problemas si eliges la hibernación incluso aunque haya un corte de energía eléctrica. Puedes arrancar mucho más rápido que con el proceso normal, y no hay problema en utilizarlo como alternativa al encendido y apagado. La excepción (siempre hay una excepción) es si trabajas en red, porque casi seguro que se pierde la conexión. Pero si tu ordenador no está conectado con un servidor, entonces esta es muy buena opción. Únicamente deberías apagar y encender, de cuando en cuando, para que funcionen algunos programa que sólo funcionan al encender.

Si tu ordenador es portátil, puedes utilizar la opción de suspender si tienes intención de seguir trabajando con él dentro de unas horas. De hecho puede ser que tu ordenador entre en modo de suspensión cuando dejas de usarlo durante unos minutos, de manera que se conserve al máximo la batería, pero atención, porque se irá gastando poco a poco. A menudo se conservará incluso la conexión a la red, y arrancará muy rápido.

No debes usar la suspensión con la intención de no usarlo hasta el día siguiente o guardarlo durante unos días. Aunque el gasto de la batería es muy bajo, puede que haya que mantener la wifi encendida o la conexión con el cable de red, y al final el ordenador se apagará de una forma incorrecta, lo cual puede causar problemas.

Puedes usar la hibernación en un portátil si piensas utilizar el ordenador al día siguiente o en pocos días, con las mismas precauciones que si fuera un ordenador fijo, pero no la uses si piensas dejar el ordenador apagado durante un tiempo.

En un ordenador portátil es muy habitual tener dos configuraciones diferentes según si está conectado al cargador o funciona con batería. Estas opciones se pueden encontrar en el panel de control en el apartado de “opciones de energía”. Puedes decidir qué dispositivos se apagan o pasan a bajo consumo, y cuanto tiempo debe pasar antes de que se entre en cada estado.

Esperamos haberte servido de ayuda para escoger la opción que más se adecúe a tu manera de trabajar.

¡Hasta nuestro próximo artículo! :)