¿QUÉ ORDENADOR COMPRAR: MAC O PC?

MacPC_01De tanto en tanto, los ciudadanos de a pie como tú y como yo nos planteamos la posibilidad de comprar un ordenador nuevo. Bien sea porque hemos visto un atractivo anuncio en TV o en alguna revista, bien porque nos han dejado un catálogo en el buzón de casa, o porque un conocido ha aprovechado una irresistible oferta, el caso es que nos llama la atención eso de poseer “un potente ordenador de última generación” y deshacernos de la tartana que tenemos en casa, o en el trabajo, y que hace tiempo que ya no da para más.

La publicidad hace su trabajo, y nos pica el gusanillo. Nos imaginamos a nosotros mismos haciendo las mismas cosas que ya hacemos, pero más rápido, o haciendo cosas nuevas que nuestro viejo ordenador no nos permite hacer ahora.

Bien. Nos han convencido y ya nos hemos decidido a comprar un ordenador nuevo. Entonces la pregunta que nos hacemos es ¿cuál? Los catálogos suelen mostrar multitud de modelos, llenos de especificaciones técnicas que no siempre son entendibles, palabras y abreviaturas que en general suenan a chino, aunque a veces reconocemos algunas como RAM y HDD y de éstas solemos pensar “cuantos más, mejor”. A menudo todos los modelos parecen similares, y se echa en falta la opinión de un entendido en la materia, responsabilidad que en ocasiones recae sobre el sobrino friky de la familia, y en otras sobre asesores más profesionalizados.

En cualquier caso, lo que hemos de tener claro, y así se lo hemos de transmitir a nuestro “asesor tecnológico”, son dos cosas:

  • Para qué usamos actualmente el ordenador, porque queremos seguir usándolo para eso.
  • Para qué necesitamos un ordenador nuevo, es decir, qué mejoras esperamos conseguir con la nueva adquisición.

Como en cualquier otro producto que compremos, hemos de tener cuidado y buscar lo que realmente necesitamos, porque de lo contrario corremos el riesgo de que nos vendan algo que no nos hace falta, que no es lo que queremos, y que es mucho más caro. Dejarse llevar suele traer como consecuencia precisamente eso, que nos llevan… al huerto.

Llegados a este punto, a menudo aparece una pregunta: ¿Comprarse un PC o un Mac?

Antiguamente esta pregunta simplemente ni se pensaba, ya que los Mac (de Apple) tenían un mercado muy restringido al diseño gráfico y temas similares, y casi nadie se planteaba tener uno en su casa o en su oficina a no ser que se dedicase a esos mundos.

Pero en los últimos años los Mac se han popularizado, y aquella pregunta ha ganado mucho sentido. Las razones de este fenómeno han sido varias:

  • La adopción de la arquitectura Intel por parte de Apple. Esto permitió que los Mac incorporasen el mismo tipo de componentes que los PC, lo que simplificó la vida a los fabricantes de componentes y abarató costes a mucha gente. A su vez, esa arquitectura más abierta permitió que terceros pudieran desarrollar nuevos productos con más facilidad.
  • Los diseños extremadamente impactantes y funcionales de Apple, que llamaron la atención de un público cada vez más acostumbrado a trabajar con ordenadores y que comenzaban a buscar una exclusividad, una diferencia con respecto a los demás.
  • Unas campañas de publicidad medidas al micrómetro, dirigidas a ensalzar esa exclusividad y que lograron poner de moda los productos de la marca. Así consiguieron que a los compradores no les importase pagar más a cambio de poder presumir de “tener un Apple”.

MacPC_02Pero volvamos a la pregunta clave: ¿Compramos un PC o un Mac? La respuesta es sencilla, aunque suene a chiste manido: Como dicen los gallegos y los ingenieros, depende. Y depende de, como hemos indicado antes, para qué lo necesitemos. Pero aquí daremos unas pistas que pueden ayudarnos a decidir:

  • Si eres una persona joven y dinámica, como un estudiante universitario, o sin ataduras a un determinado tipo de aplicaciones (de gestión, etc…), la mejor opción tal vez sea un Mac, porque aunque sean más caros tienen un diseño fantástico y unas excelentes prestaciones que atraen.
  • Si lo quieres para trabajar con aplicaciones de gestión empresarial, hoy por hoy, la elección iría encaminada a un PC con Windows o, en minoría pero creciendo firmemente, con alguna versión de Linux.
  • Si te dedicas a mundos como el diseño gráfico, el audio o el multimedia en general, tal vez la mejor opción sea un Mac dado que en esos campos siempre han destacado muy por encima de los PC.
  • Si no tienes muchas pretensiones, y únicamente quieres el ordenador para un uso doméstico como navegar por Internet, guardar las fotos de la familia, escribir alguna carta de vez en cuando y jugar a los juegos del Facebook, probablemente un Mac te vendrá muy grande y podrás hacer todo eso con un PC de gama media baja y, por supuesto, bastante más barato.
  • Si los otros ordenadores que tienes en tu oficina son todos PC o todos Mac, lo normal será seguir esa línea para evitar “dificultades de adaptación”, a no ser que estés pensando en cambiarlos todos.
  • Y si lo que quieres es jugar a tope con los mejores juegos del momento… ¡cómprate una videoconsola!

Otro factor a tener en cuenta es que a menudo nos olvidamos de que el ordenador en sí, físicamente, no es más que una parte de lo que necesitamos para el trabajo diario. Ésta es la parte fácil, la que se puede “comprar, enchufar y listo”. La otra parte la constituyen los programas. Y aquí comienzan los problemas, porque una cosa es cambiar el viejo ordenador por otro, y otra mucho más complicada es que el nuevo incorpore los programas que ya utilizábamos, y traspasar al nuevo los datos que hemos introducido en el viejo durante tanto, tanto tiempo.

Por ejemplo, cuando compramos un nuevo ordenador para nuestra empresa, éste no suele incluir el programa de facturación que estamos acostumbrados a utilizar. Si te ves en un caso así, lo recomendable es seguir con el mismo tipo de ordenador.

Cabe decir que, en cuanto a almacenamiento, capacidad de proceso y rendimiento, podemos encontrar PCs y Macs con similares prestaciones, sobre todo en las gamas más altas. En los dos casos, todo depende de cuánto nos queramos rascar el bolsillo, por lo que no debemos tomar eso como factor principal a la hora de decidirnos por uno u otro tipo.

Como podemos ver, la elección entre PC o Mac puede ser muy fácil o ser un dolor de cabeza. La conveniencia de uno u otro tipo depende de que tengamos claro qué queremos hacer con él. Contar con asesoramiento profesional puede ayudarnos, y mucho, a no equivocarnos y no gastar dinero innecesariamente.

Por suerte, en Prodex podemos ayudarte a tomar estas decisiones, y  a que los cambios sean menos traumáticos.